Día 21: Suecia: Lund, Malmö

Una de las tardes en el hostal de Copenhage conocimos a dos chicos españoles, con los que tuvimos una conversación muy animada. Ellos también estaban haciendo un viaje Interrail de un mes de duración pero solo llevaban la mitad del viaje, por lo que las ganas y motivación que tenían todavía estaban a flor de piel. A raíz de eso, nos dimos cuenta de que quedaba poco tiempo y que había que aprovechar el tiempo, así que al día siguiente decidimos irnos al sur de Suecia, con un tren que conecta Copenhage con Lund en Suecia.

Transporte

Las dos ciudades que visitamos no eran muy grandes por lo que no necesitamos el transporte público y consecuentemente no necesitamos ni siquiera cambiar euros a coronas suecas...nos llevamos algunas cosillas para comer desde Copenhage y listo.

Lugares a visitar

Lünd

Una de las primeras cosas que nos impactó de esta ciudad fue la gran cantidad de bicicletas que había no solo por la calle sino aparcadas, es que al verlas todas juntas impresiona más todavía. Fuimos paseando por las calles de esta ciudad aparentemente bastante tranquila y agradable, las casas (con pocos pisos y con toques de color) y las calles muy bien cuidadas,  pasear por ellas resultaba muy acogedor. Acabamos tomándonos nuestro "delicioso" sandwich en un parque botánico no muy grande que albergaba la ciudad compuesta a simple vista mayoritariamente por estudiantes universitarios (Ciudad muy cómoda para ir de Erasmus, por qué no?)

Malmö

A continuación, cogimos otro tren y nos dirigimos a Malmö, que casualidad estaba en pleno Festival y la ciudad estaba repleta de gente! Lo que nos animó bastante la tarde, puestos de comida y de bisutería por las calles, música que ambientaba las calles, banderines de colores...No teníamos mucho tiempo para visitarla entera, pero al menos de lejos, pudimos ver el famoso Turning Torso de Calatrava. Tras una interesante charla en unas escaleras llenas de gente a la orilla del río...acabó nuestra excursión y nos dirigimos de vuelta a Copenhage!

Consejos

El mayor aprendizaje que hicimos en esta etapa del viaje, fue que no hay que dejarse vencer por el cansancio en momentos como este, en el que todo está a tu alcance, sino que hay que seguir adelante y aprovechar el tiempo al máximo. Esto que a veces en nuestras vidas cotidianas está tan claro, cuando una lleva un mes viajando se nota...y es algo que no se debe de olvidar! Y es que el viaje continua!!