Después de otro viaje en tren, que tanto nos ayuda a reflexionar sobre nuestras cosas y a hacer largas listas de cosas pendientes (es lo que tiene tener tanto tiempo sin obligaciones)...llegamos a Copenhage! Dimos un paseo agradable por la ciudad, como si fuese una tarde de domingo...(no pretendáis que me acuerde de qué día de la semana era...porque creo que ya habíamos olvidado la noción del tiempo por aquellas fechas), y tras una larga siesta decidimos explorar la ciudad al día siguiente con más fuerza!
AlojamientoNos alojamos en un hostal llamado "Sleep in Green" de nuevo en habitaciones de bastantes personas y mixto, pero bastante agradable, tenía una sala común y dos ordenadores con acceso a Internet gratuito lo cual no estaba nada mal! Eso sí, no tenía desayuno ni cocina, asi que a comer bocadillos y lo que se pille por ahí.
Transporte
En Copenhage no es necesario usar ningún medio de transporte, salvo la bicicleta, creo que son más personas las que cruzan la calle en bici que las que lo hacen andando. En la ciudad hay varios sitios donde por lo mismo que te puedes coger un carro de la compra te alquilan bicis para andar por la ciudad...el estado de las bicis...depende de cada caso, pero que queréis si son gratis!
Lugares a visitar
Comenzamos dando un paseo por el centro de la ciudad, y vimos el famoso parque de atracciones Tivoli donde se realizan conciertos y otra serie de actividades, y caminamos entre múltiples estatuas situadas en las diversas calles de la ciudad con las que nos sacamos algunas fotos...de diversa índole. Paseando llegamos a la plaza del ayuntamiento donde almorzamos, espantando las hambrientas palomas de la plaza y continuamos con un agradable paseo al lado del río, desde donde pudimos apreciar una silueta bastante agradable de la ciudad. Continuamos el camino, hasta llegar a la zona portuaria, y a continuación, decidimos ir en búsqueda de la famosa sirena de Copenhage que seguro que todos conocéis. La verdad es que....es más pequeña de lo que imaginábamos y por minutos desaparecía entre múltiples flases de cámaras de fotos y turistas asiáticos que de forma discontinua llegaban en flotas de autobuses turísticos, pero conseguimos sacarnos las fotos de rigor, eso sí, sin demasiado éxito en obtener una en solitario....me refiero sin que apareciera algún turista desprevenido o en otros casos, un barco lleno de turistas que paseaba por el río con nuestro mismo objetivo. Finalmente, acabamos la visita con un paseo por un parque muy tranquilo en el que muchos daneses parece, suelen pasar las tardes de verano.
Si vais a pasar algunos días en esta ciudad, daría dos recomendaciones: alquilaros unas bicicletas en buenas condiciones para hacer la visita más agradable y sumergiros en la cultura danesa o dada la buena localización de esta ciudad, cogeros un par de trenes y hacer alguna excursión a alguna de las ciudades suecas más cercanas (esta segunda opción es la que cogimos en nuestro tercer día de estancia en Copenhage)