sábado, 29 de noviembre de 2008

Décimo día: Excursión a Bratislava

Estabamos en nuestro pequeño "piso" en Viena, comiéndonos unos cherios en el sofá, cuando un mapa de Europa se dejó caer ante nuestros ojos... Nos pusimos a mirar los próximos destinos cuando...Uy! Pero si Bratislava...está aqui al lado, no? Ah! Pues sí!...Y así, nos cogimos un tren y nos fuimos de excursión a Bratislava!



A medida que avanzaba el viaje en tren, nos dimos cuenta de que...no hablaban alemán, de que la moneda era la corona eslovaca,...una serie de pequeños detalles que no habíamos tenido en cuenta...


Nada más llegar a Bratislava, nos encontramos con que teníamos que montar en autobús para llegar al centro de la ciudad, así que sacamos el dinero que consideramos oportuno (una mera aproximación, porque el cartel de la parada, no lo entiende ni un superdotado) y nos dirigimos a la parada...a coger...pues...uno que fuese en dirección a la ciudad...cualquiera.. así que nada más montar vemos que todo el mundo se lanzá a cualquier puerta del bus...nosotras nos dirigimos al autobusero para preguntarle cuanto era el billete...y resulta que ni entiende ni vende billetes...Así que nada....delinquimos...un poquito y nos dirigimos a la ciudad..


Una vez en el centro de la ciudad, nos pusimos a pasear tranquilamente. Comenzamos subiendo a un castillo, que para variar estaba de obras en pleno agosto que es la mejor época (así como no lo ves tienes que volver para visitarlo, es un truco) así que nos dispusimos a ver las vistas al río, en el cual había una cantidad increíble de gente...claro, era domingo..gente esperando a ver qué pasaba en el río...claro REGATAS!!! Regatas en Bratislava....allí estuvimos cogiendo sitio, a ver cuando salían las traineras y cuando nos ibamos a ir porque no salía nada...Un avión haciendo piruetas en el río...Síp era un campeonato aéreo de Redbull! Justo lo que pensábamos...

Así que tras ver un par de piruetas, bajamos a pasear por la parte vieja de la ciudad, casas no muy altas, con tonos salmón, amarillo, naranja, muy bonitas, iglesias que acaban como en punta..(Como cuando echas nata montada, con el bote recto, pues así), mucha gente paseando...y de repente! Nos dimos cuenta de que nuestro poder adquisitivo, se había triplicado, un helado valía 12 céntimos de euro!! Claro nosotras acostumbradas a racanear hasta para comprar pan de molde...nos compramos dos heladitos y nos fuimos a la plaza principal de Bratislava, allí nos tomamos dos cafés helados enormes, tratadas como marquesas por unos camareros con traje, y continuamos caminado hacia el ayuntamiento. Allí había una especie de boulevard con tiendas y estatuas, un tablero de ajedrez enorme con figuras de madera, artistas haciendo mimo y tocando instrumentos, estaba muy animado!


Cuando nos aburrimos nos dispusimos a volver a casa, claro que para eso...teníamos que coger un autobús...habíamos guardado el dinero justo para comprar el billete...pero, al llegar a la parada de nuevo no había donde comprarlos. Así que volvimos a insistirle al autobusero, para pagarle los billetes...y nada. Después de muchas vueltas detrás de una señora mayor que más que decirnos que hacer nos sonreía y nos daba otra visita turística por la ciudad (recordar que no hablamos ni por asomo el mismo idioma), nos volvimos a dirigir a la parada y cogimos el autobus.



En ese momento, tuve un presentimiento, ese cosquilleo en la tripa que a veces te sale y no sabes porqué...(No había ningún bratislavo mono por ahí e?), pues resulta que en la penúltima parada se suben dos MATONES en el autobús, y tras mirarnos, nosotras que nos somos precisamente rubias y blanquitas de cara, con dos mochilas de turista, nos preguntan BILLETE!. Claro eso es lo que nosotras queríamos saber, donde leches se compra allí un billete!! Así que con signos nos tratamos de expresar, pero nada ni nos entienden ni nos quieren entender ... de manera que nos bajamos del autobús (justo en la estación de autobuses..jeje que jefas) y nos escoltan hasta un precioso cajero (solo teníamos en moneda eslovaca lo justo para pagar un billete de vuelta). Nos sacan 90 euros, encima con cara de mala leche y ... nos preguntan si queremos billetes...que ellos venden. De mala leche cogimos el tren, y nos volvimos a casa, resulta que los billetes se compraban en las tiendas de tabaco que siendo domingo estaban cerradas, como no se nos había ocurrido antes!!

domingo, 23 de noviembre de 2008

Noveno día: Viena

La aventura en Venecia acabó con unas cervezas con nuestros amigos mexicanos y nuestro nuevo amigo hawaiano. El tren con destino a Viena tuvo algo más de dos horas de retraso, que pasamos en Marguera, sentados en la estación con unos chicos vizcainos con los que coincidimos y que también estaban de interrail. La espera fue larga, hacía frio y estábamos tiradas en la estación. Total espíritu interrail.


Lo mejor de todo fue el tren...26 euros (o algo así) por una plaza en un "cuarto" (si es que se lo podía llamar así) de 4 metros cuadrados, donde había 6 camas (2 literas de 3 pisos) con un pasillo por el que era dificil moverse hasta de perfil. Milena y yo, en la cama del medio, entre dos parejas que no paraban de hacerse carantoñas de cama a cama...Menuda situación...La cama media poco más de 70 cm de ancha y entonces te da por pensar "de aquí a Viena, a nada que se mueva un poco el tren o haya una curva...no se donde puedo acabar".

Experiencia

Sobre la experiencia...lo más traumático, sin duda el tren. En general, no llegamos a Viena muy bien de ánimo. Echábamos de menos las calles de colores de Venecia y encima llovía y hacía frio (primera vez que usamos chaquetas). Viena nos causó mala impresión. La verdad, que visto ahora, me parece precioso, pero demasiado imperial, majestuoso, para verlo despues de Venecia. Viena es bonito, muy bonito pero completamente distinto a Venecia. Aquella tarde estábamos cansadas y teníamos tiempo suficiente así que visitamos muy poco y fuimos a comer y a echar siesta en nuestra casita.





Lugares visitados


Aquel primer día en Viena visitamos poco, anduvimos cerca de nuestro alojamiento, que estaba muy céntrico, y creo recordar que llegamos hasta el parlamento austriaco y los museos y galerías nacionales, que son impresionantes y que habría estado bien visitarlos por dentro, pero nuestro ánimo y nuestra cartera no estaba para ello.




Alojamiento


Nos alojamos en un hostal llamado Believe-it-or-Not. Es un piso que han reconvertido en hostal, con capacidad para 8+5 personas. Tiene una habitación grande y muy limpia para 8 personas y una privada para 5. Además tiene baño, ducha y lo más importante, cocina. Tiene además un saloncito, con sofas, mesas y hasta ordenador con internet. Es como estar en casa. Además está muy bien situado, en pleno centro de Viena y muy cercano a supermercados para hacer la compra.







Transporte


En todo Viena no utilizamos ningún medio de transporte ya que todo está bastante céntrico y nuestro hostal también. Lo mejor, pasear y disfrutar de los edificios y sus lujos.





Consejos


Id preparados para este tipo de ciudad. Es una ciudad algo fría en comparación con la cálida Italia, pero preciosa, y tiene una oferta cultural difícil de superar. A todo aquel que le guste la música, y, en general, el arte, disfrutará muchísimo de cada rincón de la majestuosa Viena. Ah! Llevad chubasqueros y ropa de abrigo, se nota que ya no estamos al sur de Europa.

lunes, 17 de noviembre de 2008

Octavo día: Venecia

Experiencia

Venecia, lo calificaría como APASIONANTE lo mejor de todo el viaje, se lo recomendaría a cualquiera, y aún más con pareja... Además, en este viaje tuvimos la suerte de contar con dos mejicanos (Rey y Memo) que conocimos, que entre risas y bromas nos hicieron el día muy ameno, es una historia un tanto larga pero llegamos a despedirnos casi tres veces...jejej

Lugares visitados

Desde que te bajas del tren te llena de sensaciones, el agua verdosa, los pequeños puentes, gondoleros con camisetas de rayas blancas y negras, casitas al borde del río de múltiples colores con sus barquitas amarradas... Además, las calles irregulares hacen que te pierdas con facilidad, entre callejuelas llenas de tiendas de máscaras, o pequeñas plazas con grandes iglesias que ni te esperas, pequeños pasadizos que parecen no tener salida albergan gratas sorpresas...



Además de pasear por sus callejuelas, guiados por un recorrido que el mismo mapa turístico recomendaba (olé si lo podeís seguir sin perderos), visitamos como no la plaza de San Marcos, fue salir de una pequeña callejuela en la que no pasaban dos personas una al lado de la otra, y ver la preciosa y enorme plaza...otra sensación que no tiene precio y es que no te lo esperas... Además de la plaza está la iglesia, a la que podeís subir si quereís y si teneís más de un día os recomendaría coger un barco y visitar algunas de las islas que hay cerca, que tenían muy buena pinta...


Alojamiento

En este caso, nos alojamos en Marguera (cerca de la estación de tren y situado cerca de Venecia), aunque no lo recomendaríamos abiertamente. Lo cogimos porque el hostal estaba bien y era barato (para lo que es Venecia, que los precios están por las nubes) pero estaba situado en una zona un tanto peligrosa, lo llamaban el puticlub de Venecia...no digo más...Así que si teneís tiempo para buscar, mirar algo mejor...

Transporte
En Venecia, salvo que queraís pasear en góndola o en la famosa vaporeto, se pueden hacer todos los recorridos andando. Es más, recomiendo que aunque cojaís algun medio de transporte dediqueís cierto tiempo a pasear y a perderos, jeje merece la pena!


Consejos

Si en alguno de estos agradables paseos ves algo que te gusta, no dudes en cogerlo porque la probabilidad de que lo vuelvas a encontrar es pequeña, muy pequeña...me refiero a máscaras venecianas y ese tipo de souvenirs...

En cuanto a las visitas, irremediable la larga cola de la iglesia, pero tener en cuenta que no podeís entrar enseñando las rodillas o los hombros, ni con cualquier tipo de mochila. No os preocupéis porque hay una consigna gratuita para guardar las cosas, pero ir allí antes de hacer la cola.

martes, 4 de noviembre de 2008

Séptimo dia: Excursión a Verona


La idea de visitar la ciudad de Romeo y Julieta, fue de Iraia. La guía que llevábamos también nos la recomendaba, así que en cuanto llegamos a Venecia, dejamos las cosas rápido para coger un tren con rumbo a Verona.




Lugares visitados

Verona es una ciudad pequeña para pasearla, ver sus plazas, la casa de Romeo, la de Julieta, sus tumbas, el pozo del amor, el paseo del río... Además es muy bonita la zona del "coliseo" con la plaza central de la ciudad. Es muy fácil seguir los lugares emblemáticos porque están todos muy bien indicados y muy cerca.




Transporte

A pie para respirar la esencia de "la ciudad del amor".



Experiencia

Resulta curioso ver el balcón de Julieta, declaraciones de amor en cada esquina de la ciudad, parejas enamoradas por todos los sitios. Quien nombró París la ciudad del amor no debía de conocer Verona, porque todo allí acaba por "...del amor".

Sin embargo, esto se ha llevado al extremo y ahora se mezcla mucho con el negocio. Las tiendas del amor, con candados del amor, camisetas del amor, postales del amor...mucho amor, pero con precio.

El único chasco...dispuestas a encontrar a nuestro Romeo recorrimos toda la ciudad y cuando por fin encontramos su casa...resultó no estar allí!



Consejos

Imprescindible llevar bolígrafo, o mejor tipex, para poder escribir los nombres de los "amados" en el tunel de casa de Julieta, es una pasada todas las firmas y declaraciones de amor que hay.


Segunda cosa importante que no se puede olvidar, un candado para el pozo del amor. Siguiendo con la tradición del candado, se han llenado el Pozo del Amor con miles de candados con declaraciones incluidas, todo un espectaculo. Si quieres sentirte uno más, no dudes en enganchar el tuyo. Dedicarlo o no ya es cosa tuya! ;)

Y chicas, no, no lo busquéis, no encontraréis allí a Romeo... :(