viernes, 13 de febrero de 2009

Días 11, 12 y 13: Budapest



El palo de Bratislava, la famosa multa, nos marcó el viaje. Nos vinimos un poco abajo por la sensación que nos provocó la situación. Pero bueno, había que levantar el ánimo que el Interrail seguía y teníamos más de la mitad del viaje por delante. Eso sí, por encima de todo teníamos que ahorrar así que a las 7 de la mañana salimos de nuestra pequeño apartamento en el centro de Viena hacia el Südbanhoff de donde salía nuestro tren con destino a Budapest! El camino con las mochilas fue bastante duro pero nos sentimos realizadas y suficientemente fuertes para casi cualquier cosa.

No tengo ningún recuerdo especial de aquel viaje en tren, pero sí de la llegada a Budapest. Fue una sensación rara, mucha gente en la estación, algunos vendían periódicos, otros estaban sentados pidiendo dinero para sus hijos, otros ofrecían servicios para turistas a cambio de algo de dinero. El contraste con Viena era notable.

Aprendida la experiencia, el primer paso fue sacar dinero (florines húngaros) ya que había sido imposible llevarlos desde aquí. Y allí empezó la aventura por Hungría!

Alojamiento

El alojamiento en Budapest fue el más barato de todos (St.Ignatius). Conseguimos dormir por 7 euros en una habitación doble. La verdad que fue complicado encontrar el sitio con las indicaciones que teníamos. Era un colegio mayor religioso que durante el verano aprovechaban para utilizar como hostal. Era enorme con salones, cocina, habitaciones.... Pero lo cierto es que el precio se notaba...aquello no se había limpiado desde a saber cuándo. Había hasta colillas en la moqueta de la habitación, ceniza...De hecho, teníamos sábanas pero viendo el estado de la cama....no nos quedó más remedio que dormir dentro de los sacos de dormir, tapadas hasta arriba, minimizando el contacto con ese colchón o esas sábanas.

El colegio está un poco alejado del centro (a unos 40 minutos) pero si lo que buscas es un buen precio, esta no es mala opción.

Lo del desayuno....fue una odisea. Cuando bajamos ya no quedaba nada, un montón de húngaros estaban desayunando, los cacharros de la cocina estaban sucios, la leche abierta... desde luego no apto para gente muy fina...

Transporte

En Budapest es fácil moverse con el metro, aunque no es tan cómodo como en otras ciudades. Son trenes antiguos que van a gran velocidad y chirrían muchísimo hasta llegar a poner dolor de cabeza a quienes no están acostumbrados. Es muy barato y lo recomendamos, eso sí, usando billetes individuales o bonos pero evitando las tarjetas "turista" (incluyen descuentos en museos etc) que salen muy caras.

Nada más llegar allí, nos aseguramos de coger los billetes necesarios para trasladarnos durante los siguientes tres días de estancia. Preguntamos a unos "picas" no muy atentos si nuestros billetes eran correctos para hacer cambios y quedarnos más tranquilas, y con una amable sonrisa nos dijeron que así era. Hasta el tercer día de viaje, no nos dimos cuenta de que no podíamos hacer cambios con ese billete, justo cuando nos ibamos con las mochilas grandes en la espalda, nos paran dos señoras "picas" y nos piden el billete, se lo enseñamos y para nuestra sorpresa, nos dice que no es correcto y que tenemos que pagarle cada una unos 40 florines húngaros... nos pusimos a negarle lo ocurrido hasta que nos dimos cuenta de que tenían razón...en ese momento, con la sensación de impotencia que nos afloró en Bratislava, nos pusimos a pedirle porfavor que no nos pusiera la multa, se nos salían las lágrimas...les dijimos que nos ibamos camino a casa, que solo queríamos volver...siendo mujeres...nos perdonaron la multa! No nos lo podíamos creer, solo nos hicieron comprarles un billete de 10 viajes, que amablemente le regalamos a un chico que estaba de viaje!!!! Asi que todos contentos! En definitiva, cuidadín con estos países....!!! Que solo quieren sacar dinero al turista...


Lugares visitados

PEST: El primer día, nada más llegar visitamos la isla Margarita, porque ahí, en medio del río hay una isla pensada para pasar el día con amigos o familia, llena de fuentes, cesped, paseos, piscinas...es un buen sitio para pasar una tarde tranquila. A la vuelta, por uno de los márgenes del río, llegamos al Parlamento Hungaro. Simplemente, impresionante! Después nos dirigimos a la famosa calle Andrassy, que nos llevó a la Basílica de San Esteban (preciosa!). Después nos dirigimos a la zona de museos, y el CityPark donde se encuentra uno de los balnearios más famosos de Pest!

BUDA: Como no el segundo día, nos dedicamos a ver la zona de Buda, donde se encuentra el famoso castillo de Buda, desde donde se apreciaban unas vistas preciosas del Parlamento al otro lado del río Danubio. Después de una sesión de fotos, nos dirigimos a ver una pequeña cueva que albergaba una Iglesia pequeñita también en el lado de Buda, y de ahí nos fuimos a un parquecillo en el que decidimos meter los pies... para descansar después de un día agotador!

El tercer día, hicimos un repaso de esta bellísima ciudad y nos preparamos físicamente para dirigirnos a Munich!!!!


Consejos

Budapest es un sitio barato para comprar lo necesario incluso para llevarlo a los siguientes destinos.

El problema de Budapest: el idioma. El húngaro es completamente distinto y no hay manera de entenderlo y no conseguimos en tres días encontrar a nadie que hablara inglés ni castellano. Encontramos alguna persona que hablaba algo de alemán, pero poco y mal y es muy complicado. Si puedes llevar una guía básica de húngaro, mejor! ;)